El amaranto es una diminuta semilla muy utilizada en la cocina y que posee múltiples propiedades saludables: aporta energía, proteínas de gran calidad y abundantes minerales y vitaminas del grupo B. Por su sabor y textura gusta tanto a niños como a mayores. Repasamos sus propiedades y beneficios.
¿QUÉ ES EL AMARANTO?
El amaranto es un pseudocereal muy saludable y ampliamente utilizado en la cocina. Es uno de los cultivos más antiguos de América y probablemente de la humanidad, pues se han hallado vestigios arqueológicos en tumbas de la región andina que se remontan al año 4000 a.C.
Mayas, incas y aztecas dedicaron amplios territorios a su cultivo. En sus ceremonias sagradas, los pueblos prehispánicos mezclaban el amaranto con miel y formaban figuras de deidades. Esta práctica despertó el recelo de los primeros conquistadores, que llegaron por ello a prohibir el amaranto.
VALOR NUTRICIONAL DEL AMARANTO
La composición nutricional del amaranto ha merecido que sea considerado uno de los 36 vegetales con mayor potencial alimenticio para la humanidad, debido a su riqueza en minerales y proteínas, su resistencia a la sequía y su gran rendimiento agrícola.
El amaranto constituye una excelente fuente de aminoácidos, muy útil para aumentar el consumo de proteínas de origen vegetal y obtener a la vez muchos otros valiosos nutrientes.
Entre los cereales y pseudocereales el amaranto ocupa una posición destacada: con un 13,6% aporta casi el doble de proteínas que el arroz integral y supera al trigo (11,4%), al alforfón (10%) y al mijo (10,5%).
Pero lo que hace al amaranto aún más extraordinario es el valor biológico de esas proteínas, ya que incluyen todos los aminoácidos esenciales (los que el organismo no es capaz de sintetizar y precisa recibir de los alimentos) en una proporción óptima para ser asimilados.
El amaranto es rico en minerales y oligoelementos, lo que lo hace muy reconstituyente. Es una gran fuente de calcio, superior a cualquier otro cereal, y aportan también una buena dosis de magnesio.
Se considera asimismo una excelente fuente de hierro (superior a las espinacas), así como de zinc y selenio, que estimulan el sistema inmunitario.
BENEFICIOS Y PROPIEDADES DEL AMARANTO
La extraordinaria composición del amaranto se traduce en una serie de beneficios para el bienestar y la salud.
1. AUMENTA EL RENDIMIENTO FÍSICO Y MENTAL
Se considera muy recomendable para personas que realicen un gran desgaste físico. Y también para estudiantes y otras personas que realizan actividades intelectuales.
Su bajo índice glucémico lo convierte en un buen alimento para el cerebro. Sus hidratos de carbono complejos, la fibra vegetal y sus proteínas contribuyen, en conjunto, a facilitar un suministro constante de glucosa a las neuronas.
2. AMIGO DEL CORAZÓN
Regula los niveles de colesterol sanguíneo impidiendo la reabsorción del colesterol que produce la bilis. El amaranto es más rico en grasas que la avena y estas son de gran calidad, principalmente poliinsaturadas. Por todo ello es un alimento cardiosaludable.
Además, posee compuestos fenólicos, de efecto antioxidante, y betasitosterol, que contribuye a disminuir el colesterol. Estos compuestos también son útiles en casos de hiperplasia benigna de la próstata.
3. FORTALECE LOS HUESOS
La combinación de calcio, magnesio y fósforo fortalece el sistema óseo y contribuye a proteger frente a la osteoporosis.
4. CAMPEÓN EN ESCUALENO
Es escualeno es una sustancia grasa antioxidante con efectos protectores sobre la piel, el sistema circulatorio y los intestinos.
Esta sustancia se extraía del hígado de tiburón y se le atribuían propiedades anticancerígenas. El amaranto es una fuente vegetal abundante.
5. ENERGÍA SANA SIN GLUTEN PARA CELÍACOS
El componente principal de esta semilla son los hidratos de carbono (59%), la gran mayoría de los cuales se encuentran en forma de almidón. Y no vienen acompañados de gluten como ocurre en otros cereales.
Como el índice glucémico es bajo también lo pueden tomar los diabéticos.
6. APORTA MÁS FIBRA QUE OTROS CEREALES
El contenido en fibra del amaranto (6,7%) es superior al de la mayoría de los cereales y contribuye a la buena marcha del intestino y al cuidado de la microbiota o flora intestinal.